No siempre hay gritos. No siempre hay golpes. A veces el daño está en las palabras, en los silencios, en la forma en la que te hacen dudar de ti misma. El maltrato psicológico es invisible muchas veces, pero sus efectos se sienten muy profundo. En tu cuerpo, en tu autoestima, en tu manera de amar y de vivir.
Hoy hablamos de este tipo de violencia tan común y tan poco nombrada, con respeto, sin juicios y con la mirada puesta en tu proceso.
¿Qué es el maltrato psicológico?
Es una forma de violencia emocional que puede darse en pareja, familia, amistades o incluso en el trabajo. No deja moratones en la piel, pero sí deja cicatrices internas. A veces durante años.
Se manifiesta a través de:
- Desprecio, burla o humillación
- Manipulación emocional y chantaje
- Control excesivo sobre tus decisiones o tu vida
- Aislamiento social (“no me gusta que veas a tu gente”)
- Gaslighting: hacerte creer que estás loca, que exageras
- Invalidar constantemente cómo te sientes
¿Por qué cuesta tanto identificarlo?
Porque muchas veces empieza de forma sutil. Porque hay cariño, dependencia o historia compartida. Porque has normalizado el maltrato como forma de relación. Porque el miedo, la culpa o la baja autoestima hacen que minimices lo que vives.
Y también porque puede venir de personas que supuestamente te quieren.
Maltrato psicológico y trauma relacional
El maltrato deja huella en tu sistema nervioso. Tu cuerpo entra en modo supervivencia. Se activa el miedo, el fawn, la complacencia. Aprendes a adaptarte para evitar el conflicto. Pierdes el contacto con lo que tú necesitas.
En muchos casos, este tipo de trauma no se reconoce como tal, pero marca profundamente la forma en la que te vinculas: miedo al abandono, dependencia emocional, dificultad para poner límites, desconexión del cuerpo.
¿Qué puedes hacer si sientes que esto te pasa?
- Ponle nombre. Dejar de justificar lo que duele es el primer paso.
- Rodéate de apoyo seguro. Personas que te crean, que te sostengan, que no te juzguen.
- Busca ayuda profesional. No para que alguien te salve, sino para que puedas salvarte tú con acompañamiento.
En Entropía trabajamos con trauma relacional desde un enfoque integrador, seguro y compasivo. Puedes empezar desde donde estés: terapia para relaciones y trauma
Y si quieres leer más, este artículo de la APA sobre abuso psicológico puede ayudarte a comprender lo que estás sintiendo.
No es tu culpa. Y no estás sola
Salir de ahí es posible. Con tiempo. Con cuidado. Con ayuda.
No estás exagerando. Te estás escuchando. Y eso, ya es un acto de amor propio.