No es que no te guste la gente. Es que estar con gente te agota. Pensar que te miran, que te analizan, que van a pensar que haces el ridículo… es una carga constante. Si esto te suena, puede que estés lidiando con ansiedad social.
Y no, no es timidez. Es una respuesta del sistema nervioso cuando ha aprendido que estar con otros no es seguro.
¿Qué es la ansiedad social?
Es un tipo de ansiedad que aparece en contextos sociales o de exposición. El cuerpo entra en modo alerta solo por tener que hablar, estar en grupo, hacer una presentación o simplemente salir a la calle.
Sientes miedo intenso a ser juzgada, rechazada o ridiculizada. Y ese miedo no se va con lógica. Se siente en el cuerpo.
Síntomas típicos de la ansiedad social
- Rubor, sudoración o temblores al hablar
- Miedo anticipatorio días antes de un evento social
- Sensación de bloqueo o mente en blanco
- Evitación de situaciones sociales por agotamiento o miedo
- Pensamientos rumiantes tipo «lo hice fatal», «se van a reír de mí»
¿Qué tiene que ver esto con el trauma?
Mucho. La ansiedad social suele estar relacionada con experiencias tempranas de crítica, vergüenza, invalidación o falta de seguridad emocional.
Si tu historia incluye padres exigentes, burlas, bullying, rechazo o ambientes en los que no te sentiste libre para ser tú, es lógico que ahora el cuerpo se active en modo defensa cada vez que estás frente a otros.
¿Qué hacer si te pasa esto?
- Empieza por validarlo. No es que seas exagerada. Es que has aprendido a sobrevivir así.
- Trabájalo en terapia. Desde el enfoque del trauma, podemos regular el sistema nervioso, reconstruir la seguridad interna y trabajar el miedo al juicio sin forzar la exposición.
- No te obligues. Esto no va de forzarte a hablar en público. Va de sentirte segura siendo tú.
En Entropía trabajamos con trauma, autoestima y relaciones desde un enfoque integrador: IFS, teoría polivagal, y acompañamiento emocional profundo. Puedes empezar desde casa: terapia online para ansiedad
Y si quieres una referencia científica, este artículo de la ADAA sobre ansiedad social lo explica muy bien.
Puedes dejar de esconderte
No tienes que vivir en modo camuflaje. Puedes aprender a estar con otros sin que eso te destruya por dentro. A tu ritmo. Con ayuda.
La ansiedad social no te define. Pero sí se puede trabajar.