Puede que estés viviendo con ansiedad desde hace tiempo y ni siquiera lo sabías. Por eso hoy vamos a hablar claro sobre los síntomas de ansiedad, esos que muchas veces normalizas y camuflas bajo el nombre de estrés.
¿Qué es la ansiedad y por qué se activa?
La ansiedad es una respuesta de tu cuerpo ante el miedo, la inseguridad o la anticipación constante de peligro. Es como tener una alarma interna que no sabe cuándo desconectarse. A veces se activa por un motivo real… y otras, simplemente porque llevas demasiado tiempo en alerta.
Los síntomas de ansiedad más comunes (y los que nadie te cuenta)
- Palpitaciones, taquicardia o sensación de opresión en el pecho
- Mareos, visión borrosa o sensación de irrealidad (como si estuvieras «fuera de ti»)
- Nudo en el estómago, náuseas, colon irritable
- Tensión muscular, bruxismo o dolores de cabeza frecuentes
- Insomnio o despertares en mitad de la noche con pensamientos intrusivos
- Pensamientos negativos repetitivos: «no voy a poder», «algo malo va a pasar»
- Dificultad para concentrarte o sensación de estar bloqueada
- Irritabilidad constante o ganas de llorar sin motivo aparente
Y ojo: no necesitas tener todos estos síntomas para que se considere ansiedad. A veces, basta con uno solo que aparece de forma constante o intensa.
¿Por qué es tan importante identificar los síntomas de ansiedad?
Porque vivir con ansiedad no tratada desgasta. A nivel físico, emocional y mental. Puede afectar a tus relaciones, a tu trabajo, a tu autoestima y a tu salud general. Y muchas veces se disfraza de otras cosas: de perfeccionismo, de sobreexigencia, de querer controlarlo todo.
Por eso, ponerle nombre es el primer paso para empezar a gestionarlo.
¿Y ahora qué? ¿Cómo se trata?
La ansiedad se puede trabajar (y mucho) en terapia psicológica. No es algo que tengas que aguantar. Se puede regular tu sistema nervioso, aprender a identificar las señales tempranas, y encontrar formas más sanas de relacionarte contigo y con lo que te rodea.
En Entropía trabajamos desde un enfoque integrador que une psicología, cuerpo y sistema nervioso. Porque sabemos que no todo se resuelve «hablando». A veces también hay que respirar, sentir, soltar.
Puedes conocer más sobre cómo abordamos este proceso desde nuestra página de terapia para ansiedad.
Además, si quieres profundizar en cómo funciona tu cuerpo cuando estás en alerta constante, te dejamos este artículo de la APA sobre ansiedad que lo explica de forma muy clara.
Si sientes que esto te resuena, es momento de empezar
No estás sola. No eres rara. Lo que te pasa tiene nombre, tiene sentido y tiene forma de abordarse.
Y sí, se puede vivir con menos ansiedad. Más tranquila. Más tú.